Plato a plato, se pasa el rato,
extraño como un gato cuando le entra flato.
Eso del gato y el flato es una tontería,
pero es que tía, me iría, quería, contigo a Almería.
Y tú te vas a Graná, pa no hacer ná,
pa pasear, descansar y tapear.
Aunque en verdad me da igual pa que te vas,
no entiendo ná, ná de ná, de esa vena que te da.
Cuando estás rancia te vas pa Francia.
Espero por lo menos sea grata tu estancia.
Si quieres guerra, para Inglaterra.
Con Ryanair en viaje son dos perras
De Madrid a París,
de Londres a Dublín,
mi corazón en avión.
Regusto amargo en mi voz,
dos de azucar, por favor.
Así me endulzo el sentir.
Día a día, recorriendo la vía sentía
algo de melancolía con tres cuartos de ironía.
Y cada noche en tonos rojos la luna me trae tus ojos,
escojo, los enojos, los despojos, corazón en realojo.
Y que más da, si te quieres marchar,
dejar, olvidar, y no mirar atrás.
Oir, abrir, sentir, vivir, reir, morir,
pero sin mí.
y que le voy a hacer si yo
nací en el Mediterraneo.
De Madrid a París,
de Londres a Dublín,
mi corazón en avión.
Regusto amargo en mi voz,
dos de azucar, por favor.
Así me endulzo el sentir.
Beso a beso, hagamos un receso,
así las cosas pierden peso,
golpe a golpe,
verso a verso.
Y yo ya paso, repaso,
llegado el caso,
de ver como está el vaso,
de quien da el siguiente paso.
Una amplia gama,
para irse por las ramas,
que el que no llora no mama,
y el que no quiere no llama.
Seré más práctico, empático, crítico, irónico,
físico, hipnótico, orgánico y ecléctico.
Por mí, ya está, esto es lo que digo,
esto es to, to, to, to-todo amigos.
De Madrid a París,
de Londres a Dublín,
mi corazón en avión.
Regusto amargo en mi voz,
dos de azucar, por favor.
Así me endulzo el sentir.